lunes, 8 de marzo de 2010

¿Podrá Steve Jobs mejorar esto?

Por Eduardo Villalobos



El ateneo, Buenos Aires

Ya lo decía Borges en La biblioteca de Babel: basta que un libro sea posible para que exista. Libros con todas las erratas posibles, en idiomas existentes e inexistentes, libros para contar tu muerte y tu vida, la que has vivido pero también las que has soñado. El universo, en fin, inabarcable, aparentemente infinito pero también tocable, rozable, con un final. Y es que la experiencia de comprar un libro, ojearlo junto a un café mientras tanteamos el bolsillo y calculamos los daños al presupuesto, o de hojearlo lentamente, con hambre y codicia, asombrados por el tiempo y el misterio, en una biblioteca como la Palafoxiana de Puebla, es una experiencia que ningún dispositivo puede igualar. Seguiremos comprando libros, pienso, o quiero pensar. Y en esto me resisto al futuro por puro ejercicio de tenacidad, por una indomeñable fascinación por el rito. Es la misma resistencia del sibarita frente a la asepsia de la comida rápida.



El ateneo, Buenos Aires


Alguna vez fui feliz en el centro, las manos negras de polvo, descubriendo ediciones únicas, viejas, desgastadas por otras manos y otros tiempos. Alguna vez me deslumbró la calle Donceles, en México, y fui otra vez como un niño en una juguetería: quería tocarlo todo, probarlo todo, llevarme cuanto pudiera. Uno de mis sueños de este año es conocer esta librería de Buenos Aires. Según The Guardian, el periódico inglés, es la segunda más bella del mundo. En octavo lugar está El péndulo, de la ciudad de México. La lista completa en este enlace: http://www.guardian.co.uk/books/2008/jan/11/bestukbookshops Hay casi paraísos de papel entre las seleccionadas.


El péndulo, ciudad de México

10 comentarios:

  1. Da ganas de llorar, la sola idea de pasar una tarde en un lugar así, sobrecoge la cantidad de opciones para embrujarlo a uno con la lectura. Gracias por compartir el listado, ahora lo leo :)

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  2. Y no solo la tarde, mi estimado. Horario de cierre viernes y sábado: medianoche. Para todo lo demás... existe el plástico enlatado.

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  3. Después de leer este post, empiezo a pensar que librerias de tal magnitud simplemente reflejan los años luz que nos llevan estos países en materia del hábito de lectura, es una lástima. Que gusto me daría ver que en Guatemala la gente leyera más, podríamos llegar a tener un santuario como estos.

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  4. Aunque me encantan los libros y las librerías me parecen como dulcería para un diabético, no me molesta para nada leer en un dispositivo electrónico, talvez no en el de Apple, pero el Kindle me parece amigable. Cuando bajen de precio, me apuntaré a Kindle y sus nuevos lectores. Es más, algunos tipos de libros se leen mejor en digital. Y si además podés hacer anotaciones, enlaces, etc., mucho mejor.

    Yo que he perdido tantos libros en mis múltiples mudanzas, hubiera agradecido tener todo en digital.

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  5. Seguramente habrá cosas buenas en un Kindle, como también las hay en un Burguer King, pero hay encantos que podemos perder, ritos al fin de cuentas que no tienen un sentido práctico, una utilidad. Y el moroso hecho, la deliciosa lentitud de buscar los libros en un anaquel, codiciarlos con el tacto, y en el trance echarnos un café, charlar un poco, convencernos... me parece un hecho como la seducción, el arte de cantinear como se diría en buen chapín, que hoy pueden caer en desuso gracias a Facebook y compañía. Saludos, LG, y ai me prestás tu Kindle, pues.

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  6. No, mano, mejor no te presto mi Kindle para que no sufrás al abandonar tus ritos. Ja, ja.

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  7. ... las librerias, libreras y libros tienen su encanto... pero en nuestra realidad actual... un Kindle es UNA MONTAÑA MENOS DE POLVO QUE LIMPIAR... (perdon pero es lo que vino a mi mente al leerlos y ver esas imagenes tan preciosas y atractivas como despreciables...)

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  8. Creo que encontré la solución para la riña entre el libro tradicional y el electrónico. A ver que les parece... (puede sonar a broma, pero en este mundo "loco" todo es posible)

    http://www.fronterad.com/?q=node/733&page=0,0

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  9. Buenísimo artículo :) Me gustó la frase: "Lo digital, por sí sólo, no huele a nada". Sí, es un fetichismo medio escondido el que guardamos por el libro objeto.

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  10. Buscando articulos sobre el ateneo de BS As me he encontrado con esta nota. No se si ya viniste a la Argentina, sino lo has hecho o pensas hacerlo nuevamente, te recomiendo caminar por la Av. Corrientes desde Callao hasta casí llegar al Obelisco. Si Donceles te gustó Corrientes lo hará también por sus librerias y disquerias. Además de encontrarse los mejores teatros de la ciudad, que si andas por allí no perdás la oportunidad de ver una obra en el teatro San Martín, de alto nivel, muy recomendable. Y si de ver libros se trata, vení a finales de abril y principios de mayo porque esta la feria del libro, algo alucinante tambien, de no olvidar como el Ateneo! Somos una ciudad de lectores!

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